"Mira, ¡sin manos!" dijo la corneja cenicienta

¿Recordáis aquel vídeo de una corneja "surfeando" sobre un tejado? Lo comenté en "El trineo de la corneja cenicienta". En el vídeo se observaba a una corneja cenicienta deslizándose una y otra vez por el tejado nevado de una casa, para ello usaba un objeto redondo, probablemente encontrado en la basura.



Al tratar de interpretar aquello se enfrentaban dos posturas; por un lado la visión que muchos confunden con la prudente, que dice así: "probablemente la corneja estaba tratando de picotear el objeto y por torpeza caía una y otra vez por el tejado". Por otro lado la visión que (también erróneamente) llamamos antropomórfica, "probablemente la corneja estaba deslizándose de forma voluntaria, quizás disfrutaba con ello".
Ni una visión es prudente ni otra antropomórfica, y explicaré por qué pienso esto...
No podemos olvidar la historia evolutiva de las especies que estudiamos, porque no es lo mismo observar un comportamiento de juego en un lenguado que en un delfín, y por ello en ocasiones "ser prudente" puede confundirse con "no tener ni idea" de qué especie se está tratando. Parecido ocurre con el termino "antropomorfista" para explicar algunos ejemplos como este, pues, como ocurre aquí, el juego no es exclusivo de los seres humanos. Si vemos a un gato cazando un ratón imaginario, no es antropomorfismo decir que el gato está jugando, si un cuervo parece que juega en un tejado (cuando sabemos perfectamente que les encanta jugar) podemos equivocarnos, pero no es antropomorfismo.

Dicho esto y al margen del uso del lenguaje, el comportamiento de la corneja del vídeo seguía siendo una incógnita para mi, hasta que he encontrado un fragmento del libro "Animal Play: Evolutionary, Comparative and Ecological Perspectives" de Marc Bekoff, con un capítulo del naturalista, y amante de los cuervos, Bernd Heinrich.

Es muy muy esclarecedor, a ver que os parece (lo he traducido yo, cualquier corrección que creáis necesaria es bienvenida):


"Observadores de Alaska y de las ciudades canadienses del norte avisan rutinariamente de haber visto cuervos deslizándose por los tejados cubiertos de nieve, los cuervos vuelven a subir, andando o volando, una y otra vez, de forma repetitiva. Los cuervos de nuestro aviario de Maine también se dejan caer por la nieve ¡e incluso se deslizan sobre sus espaldas mientras agarran un palito con sus patas! David Lodstone, que observaba cuervos cercanos al cadáver de un venado en Maine durante la primera tormenta de nieve del año, observó como, al menos, tres aves volaron hacia un tocón en una pendiente de 2-3m, y entonces se tiraron deslizándose sobre sus espaldas. Dos de las veces el pájaro llevaba un palito entre sus patas. Gwinner (1996) informó haber visto sus cuervos en cautividad deslizándose repetidamente por una tabla. No vemos una utilidad funcional evidente a este comportamiento. Quizás es una exhibición social (no necesariamente un juego) relacionado con establecer un estatus social o un llamamiento de atención a posibles parejas"

Parece quedar claro que es algo muy extendido entre los cuervos, quizás sea algo similar a ese "mira, ¡sin manos!" de los adolescentes en moto o bicicleta. Aunque dado que algunos individuos aparentemente lo practican en solitario (como la corneja del vídeo), quizás la línea divisoria entre juego y exhibición quede muy difuminada.

Tay    https://twitter.com/BioTay

Fragmento encontrado en The Thoughful Animal
A partir de este interesante artículo Why do animals like to play?
Encontrado a su vez en This view of life

2 comentarios:

Manu dijo...

¿Quién es capaz de decir que jugar es antropomórfico?:

https://www.youtube.com/watch?v=PNPQYwLEVQ0

Por favor...

Tay dijo...

A la gente se le suele olvidar lo que tiene delante todos los días...