¿Por qué evitar la extinción de las especies?


La última vez que me pasó fue en el stand de la Semana de la Ciencia en la Universidad de Granada, mientras explicaba la historia de la vida a un grupo de estudiantes de instituto. Fue una profesora.
Es algo que a muchos de los que divulgamos ciencia biológica nos ha pasado, el hecho de que al hablar de conservación de las especies alguien pregunte el porqué. ¿Por qué  debemos esforzarnos por que las ballenas no se extingan? ¿por qué no acabamos con todas? ¿a quién le importa? y sobre todo ¿por qué le importa? 

La respuesta correcta es la misma que Richard Feynman le dio al periodista que le preguntaba el porqué del magnetismo. No os perdáis el vídeo si no lo conocéis, es tremendo (subtitulado).



En definitiva, mi respuesta siempre ha sido que no se puede apreciar la importancia de algo sin conocerlo. No se puede.

Estamos acostumbrados a que el periodismo científico nos venda la idea de que todo debe tener un efecto directo en nuestro beneficio inmediato. Pero ése no es el motor que ha movido a la ciencia, es la curiosidad y la fascinación por la belleza de la naturaleza. Si protegemos las ballenas, los pandas, o los atunes es porque podemos apreciar la enorme belleza que contienen.

Cuento todo esto por una frase que he leído en una entrevista al neurocientífico Christof Koch en WIRED, absolutamente genial. Copio y traduzco:

Versión original:
WIRED: I’ve read that you don’t kill insects if you can avoid it. 
Koch: That’s true. They’re fellow travelers on the road, bookended by eternity on both sides.

Traducción:
WIRED: He leído que usted no mata insectos si puede evitarlo
Koch: Es cierto. Son compañeros de viaje en la carretera, rodeados por la eternidad a ambos lados.

Cualquier bicho que encuentro es una máquina maravillosa con la que coincido en el tiempo, esto no me lleva a un animalismo irracional, sí, a un animalismo racionalmente irracional.

Tay

1 comentario:

Manu dijo...

Buenas Tay.

Corregida mi errada entrada gracias ;-)

Coincido en respetar lo máximo posible a nuestros temporales y ocasionales compañeros de existencia vital, siempre que no entre en conflicto con nuestro propio estado actual, claro...

Y el vídeo genial ;-D

Un abrazo.